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Terciopelo rojo.
Reflejarse en baldosas negras.
Ser la única Medusa
a la que atacan sus serpientes.
Que la vida sea una fiesta
y ser la chica que no baila.
Ser el pájaro con vértigo,
de los huesos rotos y el frío,
La rata  alada a la que acaban de atropellar.

Haber sido el hada sin dientes
con alas de bolsa de la compra.
Saber que nada regresa,
que el pasado
es tu libro favorito;
que puedes volver a leer la historia,
pero que nunca volverá a ser nueva.
Haber vivido para construir recuerdos.

Derretirse bajo los focos
que ayer  te amaron,
que hoy te increpan,
proyectando torcidas sombras
que hacen parecer más oscuro el vacío.
Los sueños que ya ni se agarran a las pupilas,
las ganas apenas para apretar los puños.
Las baladas para las chicas tristes.
 
Se escucha una ausencia bajo ese esternón.
Se busca razón para esta metamorfosis.
La niña que fui se levanta y se va.
Se hace el silencio ¿se cierra el telón?

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